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2. Lamborghini Miura
Originalmente, Lamborghini comenzó como un prestigioso fabricante de tractores en Italia. Sin embargo, tras un desacuerdo entre Ferruccio Lamborghini, propietario de la empresa, y Enzo Ferrari, fundador de Ferrari, Ferruccio decidió demostrar cómo construir el coche más rápido e impresionante del mundo.
Aunque el Miura no fue el primer vehículo producido por Lamborghini, ha destacado como uno de los más significativos en la historia de la marca por varios motivos. Además de su impresionante diseño, que lo convirtió en uno de los coches más bellos jamás fabricados, también fue el primer superdeportivo de producción en masa que tenía un motor montado en el centro, una característica anteriormente reservada sólo a los coches de carreras.
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Este modelo marcó un estándar e influyó en prácticamente todos los superdeportivos de la era moderna, ya que la mayoría adoptó esta configuración de motor, que permite una mejor distribución del peso entre los ejes, lo que resulta en un rendimiento superior. Por estos motivos, el Miura ocupa un lugar especial en nuestra lista de los mejores coches italianos.
1. Ferrari 250 GTO
El Ferrari 250 GTO destaca no sólo por su impresionante belleza, sino también por su rareza, siendo uno de los modelos más exclusivos jamás producidos por la emblemática Ferrari, con sólo 36 ejemplares fabricados entre 1962 y 1964.
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Originalmente, el 250 GTO fue desarrollado para cumplir con los estándares de homologación de la FIA, permitiéndole participar en prestigiosas competencias globales, como las 24 Horas de Le Mans y el legendario Tour de France Motorsport, donde logró victorias en varias ocasiones. El nombre GTO es una abreviatura de Gran Turismo Omologata, que en italiano significa “Gran Turismo Homologado”.
Después de un tiempo en la pista, el modelo fue adaptado para su uso en carretera. Sin embargo, debido a su relevancia y exclusividad (solo unos pocos vehículos sobrevivieron intactos después de la competencia) se ha convertido en un tesoro en las colecciones de los mayores entusiastas de los automóviles del mundo.
Uno de estos coches, el Ferrari 250 GTO con número de chasis 4153GT, marcó un récord al venderse al precio más alto jamás registrado para un automóvil, adquirido por David MacNeil por la impresionante cifra de 70 millones de dólares (aproximadamente 59 millones de euros).
